top of page

A propósito del Día Mundial de la Salud Mental…

  • Foto del escritor: Beatriz Gómez Villanueva
    Beatriz Gómez Villanueva
  • hace 34 minutos
  • 2 Min. de lectura

ree

La importancia de reconocer el derecho a la salud se vuelve imperativo al referir la enorme cantidad de seres en el mundo que viven vulnerabilidad psíquica. Ante las profundas ansiedades motivadas por guerras, desastres, violencia, crimen, demandas laborales excesivas y desestructuración del tejido social y familiar, se precisa alzar la voz. Y esa voz ha de visibilizar la relevancia de apuntalar la salud mental como un espectro clave para entender la vida misma. No es factible hablar de la existencia de un equilibrio biopsicosocial sin que se considere la salud emocional y mental como bastiones de la salud integral.

 

En este Día Internacional de la Salud Mental resulta vital asumir el compromiso gubernamental y de las organizaciones para desarrollar estrategias específicas que favorezcan el bienestar psíquico. Al respecto, se han implementado políticas públicas que permitan integrar a la familia de los enfermos en el proceso de sanación que también suponen una deshospitalización paulatina. Aunque esta propuesta parecería favorable, lo cierto es que en muchas sociedades no se plantea cómo educar a las familias en salud mental, ni hay presupuesto ni logística para hacer realidad el propósito de avanzar en el control de síntomas y reinserción social del enfermo grave. Las familias o seres queridos del paciente se someten a una indefensión que genera mucha confusión e inadecuada manera de resolver el problema desde el hogar. Es por ello por lo que resulta vital ejercer acciones realistas para afrontar la condición psiquiátrica.

 

No estamos ante problemáticas menores. Cada vez hay más disrupciones mentales que enferman y afectan a millones. Los entornos violentos y de acoso escolar o laboral prácticamente se han normalizado. Pero la exigencia consiste en reconocer que la aflicciones emocionales y mentales merecen un abordaje asertivo, empático, resolutivo y verdaderamente comprometido con propiciar salud mental.

 

La sanación es el propósito más importante para generar entornos que hagan viable una convivencia adecuada en el ámbito familiar y social. Apostar por ello forma parte de una serie de acciones que humanicen y reconozcan la grandeza de los seres que hoy sufren de ansiedad, depresión, estrés extremo y, por supuesto, psicosis. Todos estamos relacionados con esta problemática al vivirla de forma directa o indirecta. Exijamos a la autoridad, pero también hagamos de nuestros nichos particulares estructuras sanas, comprensivas e informadas acerca de la insalubridad mental y cómo tratarla. Ese habría de ser nuestro compromiso. La ignorancia nos está matando. Hagamos una propuesta personal para mirar hasta qué punto somos conscientes y responsables de nuestro propio bienestar. Es una tarea que se debe apuntalar para generar comprensión y trabajo personal que nos lleve a la sanidad.

Comentarios


bottom of page