top of page

¿Cómo ha de actuar la familia frente al psicótico? (1)

  • Foto del escritor: Beatriz Gómez Villanueva
    Beatriz Gómez Villanueva
  • 14 feb
  • 2 Min. de lectura

Apoyo familiar al enfermo psiquiátrico
Apoyo familiar al enfermo psiquiátrico

Una de las grandes inquietudes que se presentan cuando nuestro ser querido se enferma psiquiátricamente consiste en saber si estamos actuando correctamente. Es usual que no haya claridad respecto al trato que se ha de proporcionar al paciente, debido a que la enfermedad es muy extraña e impredecible. De acuerdo con los recursos personales y amorosos de los allegados se actúa, sin mucha conciencia de cómo desarrollar un acercamiento equilibrado y restaurador de la paz. Lo primero que el ser querido debería considerar es informarse lo más posible de esta morbilidad tan agresiva e incomprensible. Un acercamiento al psiquiatra del enfermo para conocer qué pasa con él habría de ser fundamental, así como conocer las características de los fármacos, su acción y efectos. Esto para sus observar sus resultados terapéuticos para doblegar los síntomas, así como prever las posibles reacciones disruptivas a partir de la prescripción.

Otro recurso consiste en hablar con el paciente desde un principio de realidad. El objetivo es “aterrizarlo”, no orientándose a la lógica de la locura, “al dar por su lado” al enfermo. Tratar de entenderlo es importante, pero no se ha de pretender que el enfermo se regodee en sus delirios, aceptando pasivamente su realidad alterna. Sacarlo de allí es tarea del psiquiatra, del fármaco, del psicoterapeuta, pero también de los seres queridos. Es común que el paciente entre en una relación de codependencia enfermiza con los padres, particularmente de la madre, si se trata de hijos. De cualquier modo, el enfermo buscará a quien coincida con su psicosis para hacerlo partícipe de una “locura de dos”. Desde luego, la empatía y el amor deben ser fórmulas clave de acercamiento a nuestro ser querido enfermo, pero no se han de admitir complicidades, tiranía y que el dinamismo del hogar se circunscriba a los deseos del psicótico. Para generar una estructura ya perdida, se requiere orden y reconfigurar la psique del enfermo a partir de imponer límites; la laxitud en el trato es factible, pero debe armonizarse con la generación de una estructura y hábitos sanos y necesarios. En posteriores entregas se continuará con esta temática que tanto interés y tormento propicia en la familia.

Comments


bottom of page